El País de los Musicantes esta situado en el oeste da la region Palatinat, exactamente en la comarca „Westrich“. Sus partes pertenecen a los actuales distritos de Kaiserslautern y Kusel. El centro de gravedad se encuentra en la tierra alta que sube al lados de los rios Glan y Lauter; en el sur limitado por la „Westricher Moorniederung“ – antes una region pantanosa, hoy en día un centro de industrialicación.
De cada uno de 178 pueblos que pertenecen al País de los Musicantes vinieron más de 50 musicantes.
Los principales pueblos son:
- Jettenbach (532 musicantes)
- Mackenbach (427 musicantes)
- Essweiler (284 musicantes)
- Wolfstein (227 musicantes)
- Rothselberg (226 musicantes)
Los comienzos de los viajes de las musicantes de esta region probablemente está determinado entre los años 1830 y 1840. La causa principal – pero no la única – era la gran pobreza de la region. Por eso muchos familias abandonaron su cuna para siempre. Esperaron a una vida mejor en Norteamérica o en Latinoamérica.
Los primeros musicantes de Eßweiler eran Daniel Kilian en el año 1839 y Jakob Samsel en el año 1840 [2040]. Maestro probablemente fue Peter Hebel (*1806 – †1858) de Rothselberg; ya registrado de musicante en los años 1834 y 1836. Peter Hebel también fue campesino, comerciante y mesonero. Hasta hoy su posada "bei Schbeelmanns" (significa: "con la trovador") existe en Rothselberg.
Muchos otros musicantes siguiron al "Nuevo Mundo". Eßweiler desarolló en un pueblo musicale muy considerable en la region.
Los nombres más conocidos son Hubertus Kilian, Michael Gilcher o Rudolf Schmitt. Sino que había muchos otros musicantes de aquí que pasaron por el mundo tocando la musica.
Primero iban al extranjero vecino, después al Francia del Sur y España donde muchos de los Palatinos encontraron trabajo en las puertas. Además iban a Inglaterra, Irlanda o Escandinavia. Durante poco tiempo los musicantes iban al todo el mundo; hasta Norteamérica y Latinoamérica adonde muchos compatriotas ya emigraron antes. También hasta Africa, Australia y Russia se iban a viajar.
Muchos musicantes revolvieron de vez en cuando a su cuna aunque el viaje, depende del destino se podía durar varios años. Con sus ingresos los musicantes podían establecer una existencia en su cuna. También toda la region nacional se aprovechó: costructores de instrumentos músicos, como Pfaff o Sander, tiendas de música, productores de uniformas. Otras artesanos recibieron tareas a causa de constucción de las casas de los musicantes.
Otras que tenián un talento de alta calidad recibieron más lecciones de música y fueron a estar miembros en orquestras renombres. Solo para venir de visita los volvieron a su vieja cuna (p. e. Rudolf Schmitt y Georg Drumm de Erdesbach).
Con el comienzo de la 1° Guerra Mundial el fin de los Musicantes Viajeros venió. Muchos iban a expulsar o encarcelar. Más tarde el extranjero – exepto Hollanda – les apenas daba visados de entrada. Solo unos podían recibir un compromiso de musicantes del circo. Para el resto crecía una competencia por la disperción de la radio y de la gramófono.
(traducción del alemán al castellano: joachim leßmeister 10/2006)